Los desafíos del Trastorno Afectivo Bipolar en Chile

Una enfermedad crónica de origen multifactorial que afecta la salud, la integración social y el trabajo.

Publicado en: 13 de marzo de 2025  y atualizado en: 14 de marzo de 2025
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El trastorno afectivo bipolar (TAB) es una enfermedad mental crónica que afecta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. A nivel global, su origen es multifactorial, con una fuerte carga genética (hasta un 70% es hereditario) y la influencia de factores ambientales y hormonales. En Chile, el impacto del trastorno bipolar se refleja en distintos ámbitos, desde la salud hasta la integración social y laboral. (1-3)


El TAB suele manifestarse tempranamente, con una edad promedio de inicio de 21 años. Más del 70% de los casos presentan sus primeros síntomas antes de los 25 años, generalmente en forma de episodios depresivos, lo que dificulta su diagnóstico oportuno. Como consecuencia, el tratamiento puede retrasarse entre 5 y 10 años, agravando la progresión de la enfermedad. (1,2)

Uno de los hallazgos más preocupantes es la elevada mortalidad asociada al TAB. Se estima que las personas con este trastorno pueden perder entre 10 y 20 años de vida potencial. La principal causa de muerte prematura es la enfermedad cardiovascular, seguida del suicidio. Las personas con TAB tienen un riesgo 20 a 30 veces mayor de morir por suicidio en comparación con la población general. Entre 30% a 50% de los pacientes tienen una historia de intentos de suicidio, un estimado de 15 a 20% mueren por suicidio.(1)



Desde una perspectiva de salud física, se observa una elevada carga de comorbilidades. Aproximadamente 90% de los adultos con TAB tienen al menos una comorbilidad psiquiátrica o médica, y 50% presenta polimorbilidad. Además, se observa un incremento de 50% en el riesgo de presentar síndrome metabólico, lo que aumenta la morbilidad cardiovascular y contribuye al incremento de mortalidad. (1,4) 

Entre los factores de riesgo destacan la carga hereditaria. Los hijos de padres con TAB tienen un riesgo cinco veces mayor de desarrollar la enfermedad. Además, los antecedentes familiares de patologías psiquiátricas, traumas psicosociales en la infancia y el uso de sustancias alucinógenas pueden influir en su aparición. El postparto es un periodo de alto riesgo, sugiriendo un rol clave de las hormonas como gatillante. (2)

Los principales desafíos en el manejo del TAB en Chile incluyen el diagnóstico tardío, la estigmatización y la limitada atención integral. Estrategias de prevención primaria enfocadas en la detección temprana, el abordaje de factores de riesgo modificables y el acceso a tratamientos efectivos pueden reducir la carga de la enfermedad.  (1-4)

Dado lo anterior se han considerado estrategias de intervención temprana como: (3)
1. Diagnóstico precoz (3)
2. Acceso a tratamientos efectivos (3)
3. Psicoeducación al personal sanitario, empresas, empleadores, colegios y profesores (3)
4. Promoción de la inclusión escolar (3)
5. Promoción del autocuidado y tratamiento conjunto con la familia (3) 

Referencias:
1. McIntyre R, Berk M, Brietzke E, et al. Bipolar disorders. Lancet. 2020;396:1841-1856.
2. Ministerio de Salud. Resumen ejecutivo de guía de práctica clínica trastorno bipolar en personas de 15 años y más. Nov, 2019.
3. Valenzuela, O. Levantamiento de problemáticas acerca de la bipolaridad en Chile. SciELO Preprints. 2024.
4. Retamal P. La enfermedad bipolar, una guía para conocerla y enfrentarla. 2024; 1-57

Este material es sólo para fines informativos. No debe ser utilizado para realizar el autodiagnóstico o la automedicación. En caso de duda, siempre consulte a su médico.
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